La Virgen del Carmen es mi Patrona

Cuando era niño soñé por mucho tiempo en querer ver una aparición de la virgen de Guadalupe o de Jesús. Me esforcé mucho para poder hacerlo, pero lamentablemente no existe una formula mágica para poder aparecer a estos seres divinos.
Yo uso el escapulario desde los 13 años, me gustaba mucho, era atractivo para mi, también me decía mi madre y mis tías que el escapulario protege mucho. Existe también una promesa de la virgen, que consiste en las personas que fallezcan con el escapulario puesto, ella estará presente para interceder por la persona que murió, ante la presencia de Dios para los que creyeron en su promesa.

Recuerdo muy bien que una vez compre como 15 escapularios y se los regale a las personas mas queridas por mí en el salón de la escuela cuando estuve en la secundaria, muchos lo agarraron y se burlaron de mí y otros aceptaron mi ofrecimiento. También recuerdo que una vez yo no tenía nada que darle a una amiga en un momento de despedida y le regale mi escapulario, para mi era muy valioso y ella estuvo muy contenta, porque nunca había recibido un detalle tan noble. Me alegro que valorara mi humilde presente. Y hubo muchos otros detalles como esos durante años pero esos 2 ejemplos fueron los primeros en venir a mi mente.

Desde muy adolescente uno de mis enormes sueños era salir de mi casa a otra ciudad para estudiar mi Universidad, no me importaba cual carrera, lo importante era salir, mis padres estudiaron en la UNAM y regresaron a sus casas con sus estudios terminados, también observaba que las personas mas exitosas amigos de mis padres habían hecho esa hazaña.

Pues ya era mi momento y estaba apunto de salir de la preparatoria, mis padres no tenían los recursos para poderme mandar a estudiar fuera y yo no quería dejar mi sueño, gracias a Dios y a mi primo, se me presento la oportunidad para venir a Tijuana pese a todos los contratiempos. En verdad estaba muy asustado en tener tantos miedos y en pensar en dejar a mi novia que tuve en esos momentos, en no saber como iba a sostenerme económicamente, si la universidad iba a ser muy difícil, en que iba a trabajar, mi preocupación por dejar a mis amigos, la incertidumbre de no saber si prodría adaptarme a la ciudad y muchas otras inquietudes que tuve que lidiar en mi mente.

Y en una noche cuando más angustiado estaba soñé lo que a continuación voy a platicar, desde este momento todo lo que redactare será la descripción de mi sueño que tuve a mis 18 años; meses antes de viajar a Tijuana, a mi nueva vida.

Estaba aglomerada la gente fuera de una iglesia y me extraño mucho ver a tanta gente fuera de una iglesia con tan poco detalle y de especto humilde.
- ¿Que es lo que sucede? – pregunte con curiosidad a una persona que estaba en la multitud.
- En esta iglesia joven, se aparece la virgen del Carmen y muy pocas personas pueden verla.
- ¿Y quien es esa virgen? Nunca la había oído mencionar
- Ella es la virgen…

Su voz se perdió entre la multitud, y decidí a entrar a confesarme, tenia mucho tiempo sin comulgar, y entre a un cuarto en donde estaba un padre confesando al costado izquierdo de la iglesia. Toco mi turno y no observe nada de lo que había en ese cuarto. Empecé a confesarme y empecé a contar mis temores de salir a vivir a Tijuana, y cando levante mi cabeza ya no estaba el padre. Me levante extrañado por estar solo en aquel inmenso cuarto de un blanco resplandeciente con una escalera grandísima, que iniciaba en la parte superior de la puerta por donde había entrado a ese cuarto y terminaba ajustamente al extremo del cuarto haciendo una bajada de 45 grados.Yo estaba parado justamente al final de las escaleras y empiezo a ver a una mujer que comienza a descender, pero no pude mirar su rostro. Cuando ella se coloca justamente enfrente de mí por fin pude ver su rostro y no la reconocía, solo sabia que era una virgen y yo estaba lleno de emoción, por fin se cumplió mi sueño de infancia.

Quise preguntarle tantas cosas en ese momento... pero no lo hice... preferí disfrutar su compañía y decirle lo feliz que estaba porque que ella había bajado a mirarme.

- ¿Como te llamas? ¿Quién eres?
- Yo Agustín soy la virgen del Carmen, yo soy tu virgen patronal.
- Nunca antes te había oído mencionar. ¿Porque dices ser mi patrona? No entiendo.
Ella me regala una dulce sonrisa y me dice.
- Pronto entenderás. – Ella me miro profundamente a mis ojos y me dijo- no tengas miedo hijo mío, yo seré quien te cuide en tu viaje como lo he hecho hasta hoy.
- Pero…
- No te faltara nada Agustín, yo te protegeré.

No podía entender la magnitud de sus palabras en ese momento. Pero me sentía muy protegido; solo la protección de una madre brinda esa confianza. Y en ese momento deje de tener miedo. Y sonriendo la mire una vez mas diciendo:
- Gracias!!!
- Yo velare y cuidare todos tus problemas en la universidad, recuerda lo que te acabo de decir. Ahora ya tienes que salir.

Yo me acerque a la puerta por donde había entrado y la mire por última vez y nos sonreímos, como si supiéramos que nos volveríamos a ver. Abrí la puerta y aquel majestuoso cuarto se convirtió en un cuchitril, y había frente de mi muchísima gente esperando a que saliera y también había reporteros y fotógrafos.

- ¿Que pasa?
- ¿Que fue lo que paso muchacho dentro de ese cuarto? ¿Viste a la Virgen?
- ¡¿Qué?!
- Llevas más de 10 días dentro de ese cuarto, dinos muchacho lo que miraste.
- No puede ser… 10 días dentro de ese cuarto, pero si solo habíamos conversado muy poco.
-Hace muchos años que no se aparecía la virgen. ¿La miraste?

Con los ojos chiquitos y encandilados por sentir demasiados destellos por las cámaras de los reporteros; termino mi sueño.

Desperté y no le tome importancia al sueño.

Al siguiente fin de semana viaje con mi madre a Hermosillo y en el carro de mi tía estábamos buscado coyotas y pasamos por una iglesia que me llamo mucho la atención y no podía dejar de mirarla. Pregunté por instinto como lo hice en el sueño.

- ¿Como se llama esa iglesia?
- Es la iglesia del Carmen - contesto mi tía.
Sentí un escalofrío por toda mi espina dorsal.
- ¡¡¡Mamá!!! La semana pasada soñé con esa virgen.
- ¡¿En verdad?!
- Si.
- ¿Y que soñaste?.
- Que ella era mi patrona y que me iba a cuidar en Tijuana.
Mi madre estaba llena de alegría, pocas veces había visto tanta alegría en su rostro.
- ¿Quien es ella mamá? ¿Porque dijo que era mi patrona? ¿Qué significa que ella sea mi patrona? Porque ni siquiera la conozco.
- Claro que la conoces, y siempre la haz traído contigo, además yo soy testigo que has evangelizado con ella. – Ella tomo mi escapulario y continuo – La virgen del Carmen, es la virgen del escapulario, ella es tu patrona porque tú haz evangelizado con ella y solamente por traerlo puesto ella te ha bendecido. Y que mejor si ella te lo dijo. Tú sabes bien que hay muchísimas vírgenes, pero todas ellas son una misma sola. La Virgen del Carmen es quien entre todas esta pendiente de ti.

Me quede helado y emocionado.

Viaje a Tijuana y me fui mas confiado, me fui encariñado con el escapulario y ahora rezaba con devoción a la virgen del escapulario.

Pasaron años y me toco una coincidencia.

- ¿Donde se casaron? – les preguntaba a los padres de Raúl.
- Aquí en Tijuana mijo, en la iglesia del Carmen – me contesto la mamá de Raúl.
- ¡¿En serio?! Yo quiero mucho a esa virgen.
- Esta muy bonita su iglesia, deberías visitarla.
- ¡¡¡Claro que la visitare!!!

Pero nunca lo hice.

Por fin termine mi carrera y después de 5 años ½ estaba preguntando a mi escuela si ellos organizaban una misa antes del acto académico, pero me respondieron que ellos no hacían eso porque hay diferentes religiones. Los de IDGD me escucharon y me pidieron que si quería juntar las 2 carreras para que nos oficiaran una misa. Y por su puesto que lo acepte y estuve pendiente hasta al final para la organización de esa misa.
Alma, me pregunto si conocía una iglesia y yo vivo enseguida de una iglesia, y esta bonita, pero el factor de decisión fue el que todos quedaran cerca de esa iglesia y fuera lo suficientemente bella para llevar a cabo tan apreciable evento.

Ella sugirió la iglesia del Carmen y yo me emocione muchísimo. Y asentí con mucho gusto.

El día de la misa y de la graduación estuvo lleno de contratiempos pero por fin llegue, con retrazo y llegue de inmediato con el padre a confesarme, el estaba terminando de vestirse y accedió a confesarme, no le puse atención al cuarto en donde me confesé.

Estaba Feliz, por fin había terminado mi carrera, pero yo no recordaba el sueño que tuve hace casi 6 años. Pero estaba conciente del cariño que le tenia a tan apreciable Virgen. Por fin llego el momento de comulgar y lo hice, mire a mis padres y ellos estaban felices y orgullosos. Legue a mi lugar y me hinqué para empezar a rezar cuando de repente escuche claramente dentro de mi cabeza.

- Te lo dije…

Y abrí los ojos sorprendido…

Mi primera reacción fue mirar hacia arriba como si percibiera una mirada muy fuerte y lo primero que veo fue precisamente el rostro de tan hermosa y apreciable Virgen. En ese momento recordé el sueño que tuve y de sus palabras que me dijeron, “no tengas miedo, yo te cuidare” y también mire morbosamente su boca recordando su ultima mirada antes de salir de aquella puerta en donde me recibieron los reporteros.

Recordé aquella sonrisa de los 2 con la sensación que nos volveríamos a ver. Pues con gusto imaginé aquella enorme figura representando a la virgen del Carmen con esa sonrisa y el encuentro que había sentido en aquel sueño lo estaba viviendo en ese momento.

No pude contener las lagrimas, empecé a llorar muy fuerte y la misa continuo pero yo no, yo quede suspendido en el recuerdo de todos esos años en los que me protegió, todo lo que viví no fue coincidencia, como no lo fue el terminar su promesa justamente en su casa, ella fue la que me animo a irme de Obregón y con ella termine mi misa de graduación, en ese momento miraba con gran detalle todas mis vivencias, trabajo, escuela, amigos, familia, profesores, mi estabilidad económica y el haber podido realizar lo imposible.

Agradecí en silencio e infinitamente lo que ella hizo por mí. Mis papás se dieron cuenta de que llore y me preguntaron al final de lo sucedido. Y les conté lo que precisamente acabo de escribir.