¿Ciego y sordo?

Esto paso en Diciembre del 2005…

Estaba en Guamúchil Sinaloa, toda la familia por parte de mi madre estaba reunida en la casa de mis abuelos, (siempre nos llegamos a juntar como 30 personas en la misma casa) y en la hora de la comida empezó a oler demasiado a gas. Todas mis tías e incluso mi madre empezaron a buscar la fuga de gas sin éxito alguno. Todas dieron por hecho que el gas se estaba terminando y es por eso que olía mucho a Gas.

Anterior a eso, muchas experiencias de esas e vivido anteriormente sin accidente alguno, así que ni le di importancia, siempre pensaba “pinche gas, siempre hule bien cañón pero nunca ha habido un accidente” y pues no le di importancia alguna, me quede con la idea que dijeron las mujeres, “se esta terminando el gas”

Ese mismo día todos estaban dormidos y yo acaba de regresar de la peda, no llegué muy pedo como siempre acostumbro a ponerme las pedas en Diciembre, digamos que mas o menos servido, pero no pedo. Abrí la puerta y Olía a gas Cañón, me ofendió la nariz al entrar a la casa. Toda la casa estaba encerrada y por lo mismo todo estaba penetrado a Gas.
Es muy habitual en los hombres que cuando regresas de la peda siempre vas a la cocina a prepararte unas quesadillas o unos sanwiches para dormir con la panza llena aunque no tengas hambre, pero por ley siempre llegas a comer algo antes de dormir.

Pues si me preocupe de que olía un chingo a gas pero con la misma peda me valió madre y dije yo “No pasa nadaaaaaa!!!!!!” y fui al refrigerador, saque un poco de queso y tortillas y me acerqué a la estufa, antes de prenderla mire si estaban prendido los pilotos y mire que si lo estaban, así que dije yo, “si están prendido los pilotos y esta casa sigue de pie pues ni modo que me pase algo a mi”. Aun así agarre un encendedor y empecé a prender la parrilla y prendí la estufa, estuve en la cocina como una ½ hora cocinado y comiendo de pie en el lava traste y enseguida de la estufa. Recogí y lave la suciedad que hice en la cocina y me fui a dormir. Ya eran como las 3 de la mañana cuando me dormí.

Lo que redactare a continuación es el sueño que tuve en esa noche, todo lo soñé en tercera persona…

Era como un “deja vu” Estaba observándome como es que hace unos minutos estaba entrando a la casa con la misma ropa, y regresaba de la misma fiesta, me dio la misma impresión repugnante del olor del gas, di los mismo pasos hacia el baño y posterior a eso a la cocina, agarre la misma cantidad de queso y la misma cantidad de tortillas, tenia la misma actitud de “me vale verga no me va a pasar nada” y cuando tome el encendedor y lo encendí para prender la parrilla, exploto la estufa abriendo la puerta del horno y mis ojos estaban muy abiertos, pude observar completamente como es que el fuego entro en mi iris y toda esa fuerza naranja me expulso volando y me estrelle de espalada contra el refrigerador, la violenta lumbre y la fuerza de la explosión del gas me hizo volar como 3 metros con una fuerza sofocante, mi cuerpo entero quedo aplastado contra el refrigerador y en cámara lenta observaba como es que mis piernas volvían a tocar el suelo sin fuerza hasta caer con mis glúteos y mis piernas estiradas con mi espalda arqueada y mi cabeza apuntando hacia el suelo sin fuerza.
No podía respirar, estaba totalmente sofocado, y cuando por fin pude tomar una bocanada de aire, lo hice solo para poder hacer un grito ensordecedor llamando a mi madre, (ese grito aun lo puedo escuchar y me inquieta el espíritu, es algo indescriptible ese grito) mientras gritaba observaba claramente que mis tímpanos se habían reventado porque en cada oído observaba como escurría sangre. En ese momento observe como es que perdía mi preciada vista y mi sentido del oído.

Fin del sueño…

Desperté inquieto gritando, mi madre se despertó y me dijo:

- Hijo!!! ¿que tienes?
- No… nada… una pesadilla – no podía responder, de lo agitado que estaba
- ¿Estas bien? ¿De que se trato?
- Si ma’ gracias… estoy bien. Mañana te cuento la pesadilla.
- Como huele a gas!!!
- Si ya se, pero ya hay que dormirnos.

Y me volví a dormir con el espíritu inquieto y con el corazón agitado, la respiración agitada, pero concilie el sueño. No se que volví a soñar, pero a la ½ hora de haber vuelto a dormir, mi sueño fue interrumpido por una explosión demasiado fuerte y mis ojos aun cerrados observaron un destello. Todos en la casa nos despertamos y todos asustados e inquietos haciendo preguntas que fue lo que había sucedido, al salir del cuarto la casa estaba llena de humo, y cuando camine hacia la cocina observe que la puerta de la estufa estaba abierta como en mi sueño y observe el refrigerador y recordé como me miraba en el sueño.

Empecé a temblar muy fuerte y casi me era imposible mantenerme de pie, todos empezaron hacer un escándalo por lo que había pasado pero mi mente estaba en otro mundo, estaba volviendo a ver el sueño pero con los ojos abiertos y cuando pude volver en mi, salí al patio y desconecte el gas y a chingar a su madre con la fuga.
La cocina quedo hecho un desmadre, era obvio, pero yo no volví a dormir, me quede pensando en lo siguiente.

¿Como chingados pudo haber sucedido esa explosión? ¿Qué chispa de fuego pudo haber prendido esa concentración de Gas?

Fue ilógico todo!!!! Mi razonamiento no daba crédito. Mi familia se empezó acostar como a las 11 de la noche y encerraron la casa, así que la concentración de gas era más fuerte cuando yo regrese de mi fiesta, cuando llegue a la casa eran como las 2:30 am o sea que tenia como 3 horas ½ de concentración de gas cuando yo prendí el encendedor y cuando exploto si acabo llevaba una hora concentrándose después de haber apagado la estufa, las probabilidades no me daban, en teoría ese sueño debió de haber sido realidad, en verdad a mi me tocaba esa explosión. Empecé a temblar y mis pies y mis manos se pusieron heladas y empecé a orar, dando gracias a Dios, a la mi virgen del Carmen y a mi ángel de la guarda que me protegieron de esa explosión. Pero me dejaron ver lo que me iba a pasar, me dieron permiso de ver de lo que me salve.

Es algo indescriptible…

Cuando mi madre despertó, inmediatamente le describí mi sueño, mi mamá me abrazo bien fuerte y solo me dijo “no cabe duda hijo, como te quieren allá arriba”

Cuando salimos de la recamara mi tía Silvia sufrió una intoxicación por tanto gas que respiro en la noche y la tuvieron que llevar con un Dr.

Mi mamá con gusto y dejando atrás el accidente les comentaba a cada persona el sueño que había tenido, y expresando el milagro que había sucedido.

Si me concentro y recuerdo el sueño en la actualidad, el grito que pegue de auxilio a mi madre aun me da escalofríos.

Estoy seguro que de muchas otras cosas me han cuidado desde arriba, porque me he expuesto a muchas cosas, pero pocas veces puedo ver con exactitud de que fue de lo que me salve.

Estoy muy agradecido de ello, soy una persona muy afortunada.

Gracias al cielo.

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